El historiador, padre Pedro Porras, las
redescubrió en 1961. Hoy, el sitio, que lleva el nombre del guerrero nativo, es
centro de investigación y turismo. Expertos estadounidenses y europeos
realizaron estudios para determinar su estructura y otros detalles.
Visitantes, especialmente extranjeros, se
internan en sus entrañas. Las Cavernas de Jumandy, uno de los atractivos más
sobresalientes de la provincia de Napo. Ubicadas en la parroquia Cotundo, a 5
kilómetros de la ciudad de Archidona y a 7 kilómetros del Tena. Son formaciones naturales de rocas calcáreas
permeables que con el paso del tiempo han permitido la formación de
estalagmitas y estalactitas con vertientes subterráneas.
Convertido en uno de los atractivos turísticos más emblemáticos de la Amazonia, forma parte del parque ecológico de 7.8 hectáreas de superficie y tiene aproximadamente 4 metros de profundidad. El recorrido en el interior de la cavernas tiene una duración aproximada de cinco horas, donde se puede apreciar corrientes de agua subterránea y sus paredes y tumbados petrificados por millones de años. Además se puede encontrar otros atractivos como por ejemplo: una coliflor gigante formada de estalagmita, el denominado cacho del diablo, hay una bajada en donde se encuentra el barro curativo, e inclusive se observa una cascada y pozos de agua cristalina.
El acceso a las cavernas está escondido en medio de la frondosa selva y las piscinas, toboganes, bares y cabañas de un complejo administrado por el Consejo Provincial de Napo, a 5 km de la población de Archidona.
En las cavidades de Jumandi se acumula también un
barro, que según la creencia popular es bueno para la piel. El nombre de las
cavernas es en honor al héroe indígena Jumandi, quien se reveló ante la
conquista de los españoles.
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